Camila O´Gorman |
La historia de Camila O´Gorman, joven de la clase adinerada
de Buenos Aires, a mediados del siglo XIX, y su amante, Ladislao Gutiérrez,
sacerdote de la parroquia que ella frecuentaba, había llegado a convertirse en
un tema novelesco, no inferior a la historia de Cumbres Borrascosas, una adaptación de la novela Wuthering Heights de Emily Brontë que
Pedro López Lagar interpretaba en Radio El Mundo. Que una mujer de clase alta
se enamorara de un cura, que el cura le correspondiera, que ambos fueran
fusilados por orden de Juan Manuel de Rosas, a pesar de que la mujer estaba
embarazada, resumía una serie de desafíos a las normas sociales, capaz de
conmover a cualquiera.
Las mujeres de la aristocracia argentina podían hacer lo que
quisieran, siempre y cuando lo hicieran fuera de las fronteras del país,
durante viajes fastuosos y prolongados que les permitían borrar los rastros de
cualquier desliz. Los sacerdotes podían tener empleadas domésticas fieles, que
por circunstancias no especificadas traían bajo su exclusiva responsabilidad
hijos al mundo. Eso no escandalizaba a nadie. O´Gorman y Gutiérrez habían
optado por huir juntos a Corrientes, donde esperaban vivir como marido y mujer,
un desafío a la opinión dominante que la sociedad porteña no podía tolerar.
Ninguna persona me aconsejó la
ejecución del cura Gutiérrez y Camila O´Gorman, ni persona alguna me habló ni
escribió en su favor. Por el contrario, todas las personas (…) me hablaron o
escribieron sobre ese atrevido crimen y la urgente necesidad de un ejemplar
castigo para prevenir otros escándalos semejantes o parecidos. Yo creía lo
mismo. Y siendo mía la responsabilidad, ordené la ejecución. (Juan Manuel de
Rosas)
Congreso Eucarístico de 1934 |
La organización del Congreso Eucarístico Internacional en
Buenos Aires, garantizó en 1934 la imagen pública de Argentina como un país
homogeneizado por la fe católica, que el cardenal Eugenio Pacelli, futuro Pio
XII, el mismo que tendría poco tiempo después una controvertida actuación
durante la Segunda Guerra Mundial, saludó con la misma convicción de otros
ilustres visitantes europeos no menos desinformados y sin embargo decididos a
no averiguar nada sobre el país que analizaban.
Muchedumbres argentinas en las
que el cristianismo tradicional y añejo, heredado de los abuelos, palpita
vibrante en corazones templados con auras vírgenes del Nuevo Mundo; (…) en esta
tierra vigorosa que ha sabido formar un pueblo compacto en el que los elementos
más ricos y diversos se han fundido en armoniosa unidad y original potencial. (Eugenio
Pacelli: Discurso inaugural del Congreso Eucarístico)
Congreso Eucarístico de 1934 |
¡Dios de los corazones /
sublime Redentor / domina a las naciones / y enséñales tu amor! (…) / Es tuyo
este pueblo / de muchas estirpes, / pues Tú renovaste / sus fuerzas viriles. (Himno
del Congreso Eucarístico de 1934)
Hospicio de menores abandonados |
La Casa de Niños Expósitos y la Casa de Huérfanos quedaban
adscriptas a la Sociedad. Para completar la acumulación de compromisos
difíciles, y dado que no había escuelas para niñas en Buenos Aires, las damas
de la Sociedad debían encargarse también de eso. En la práctica, la Sociedad se
convertía en una agencia de trabajo, dedicada a colocar lo antes posible a sus
pupilos en hogares (las niñas se destinaban a los quehaceres domésticos) o los
comercios y talleres industriales (los niños, eran ofertados como aprendices)
para que trabajaran sin ser remunerados, hasta que fueran mayores y estuvieran
en capacidad de valerse por sí mismos.
Fundación Eva Perón |
Para que la limosna fuese aún
más miserable y más cruel inventaron la beneficencia, y así añadieron al placer
perverso de la limosna el placer de divertirse alegremente con el pretexto del
hambre de los pobres. La limosna y la beneficencia son para mí ostentación de
riqueza y de poder para humillar a los humildes. (Eva Perón: La Razón de mi Vida)
La Sociedad de Beneficencia fue intervenida y disuelta en
1946. El Estado, a través de la Fundación Eva Perón, que disponía de enormes
recursos, se responsabilizó a partir de entonces de atender la demanda de los
desamparados, mientras ponía en juego la más hábil estrategia clientelista de
la Historia argentina. Si detrás de esa formidable estructura había corrupción
y despilfarro, como se denunció a partir de 1955, eso no lograba dañar
demasiado la imagen mítica de la pareja presidencial.
Tanto las Fuerzas Armadas como la Iglesia Católica, han sido
instituciones tradicionales, controladas por hombres, donde quedaban excluidas
las mujeres y solían ejercer una influencia inocultable sobre el resto de la
sociedad. Los capellanes ejercen su ministerio en el interior de las estructuras
militares y los militares suelen pronunciarse fervientes defensores de las
doctrinas tradicionales de la Iglesia. La estructura jerárquica vigente en el
catolicismo y el ejército, los ponía al margen de la mayor parte de las
disputas que debilitan a los partidos políticos y las entidades civiles, pero
al mismo tiempo las exponía a alimentar contradicciones flagrantes entre su imagen
pública y la realidad de su desempeño interno.
Las autoridades de la Iglesia lograron ignorar (pero no
erradicar) durante décadas incontables denuncias de abusos pedófilos que
implicaban al clero, facilitados por su trabajo educativo con niños. Las
Fuerzas Armadas, que todos los años incorporan a hombres jóvenes a sus filas
para formarlos como defensores de la Nación, ha sido más de una vez terreno
propicio para la comisión de abusos de todo tipo. David Viñas en la novela Cuerpo a Cuerpo y Marta Lynch en el
cuento El Dormitorio, han descripto las infracciones a las normas de conducta que
pueden darse en el interior de un cuartel, probablemente para entretener de
algún modo los aburridos fines de semana sin presencia femenina o solo porque
tales actividades se vienen repitiendo desde mucho antes y han llegado a
convertirse en ceremonias de iniciación, donde los más jóvenes son sometidos
por los veteranos o los superiores.
Marta Lynch |
El cadete Osorio siente una
angustiosa opresión de soledad y al pasar su mano sobre la sábana percibe que
su cuerpo existe y que reclama compañía. No voy a dormir. No quiero hacerlo y
no podrá aun si lo quisiera. (…) Ahora vuelvo a oler y percibo el olor familiar
de la barraca; la acidez del cuerpo de Schlieman, un definido olor a cuerpo
fregado llega desde la piel de Vargas. (Marta Lynch: El Dormitorio)
Los vicios secretos prosperan al amparo de imágenes públicas
que enfatizan la virtud de las instituciones que los encubren para no
desprestigiarse con su difusión. En 1942, de acuerdo a la prensa
sensacionalista de la época, estalla el escándalo de los Cadetes del Colegio
Militar de Buenos Aires. Los jóvenes eran invitados por mujeres atractivas a
participar en francachelas, donde se los drogaban, se los fotografiaba
desnudos, para chantajearlos a continuación, obligándolos a prostituirse con
clientes masculinos de la clase alta. Tras la denuncia hecha ante el Presidente
Castillo por una de las víctimas, hubo una sesión secreta del Senado de la
República y se labró un expediente militar, que mantuvo la reserva sobre lo
sucedido, a pesar de haber tomado medidas para expulsar a quienes hubieran
consentido el abuso, mientras aconsejaba a los jóvenes que no anduvieran con
uniforme, para evitar las burlas de quienes encontraran por la calle.
En la actualidad, todos los años se realizan en las grandes
ciudades argentinas marchas del Orgullo Gay, donde los homosexuales se exhiben
tal como les satisface hacerlo y habitualmente no suelen intentarlo en público.
Puede vérselas como una imitación de manifestaciones extranjeras, tal como la
celebración de Halloween o el Día del Amigo, pero también como una
reivindicación, una protesta declarada.
Manuel Mujica Lainez |
En 1912, José González Castillo, un escritor anarquista
había estrenado con gran escándalo el drama Los Invertidos, muestra el
descubrimiento de Clara, una esposa madura, que se entera (demasiado tarde) de
las preferencias sexuales de su marido, un juez respetado. Ella termina matando
a quien ha estado a punto de convertirla en su amante y ha sido la pareja
homosexual de su marido, casi desde la infancia. Aunque la pieza defendiera una
visión tradicional (por condenatoria) de la homosexualidad, la sociedad
argentina prefería no mencionar el tema. Hablar de aquello que socialmente se
había decidido no mencionar nunca, resultaba tan inaceptable para la opinión
mayoritaria como incurrir en la misma conducta censurada.
La visión dominante del mundo era bastante simple (aunque no
por ello menos difícil de conciliar con la realidad). Los hombres gozaban de
libertad para hacer lo que quisieran, mientras no dieran escándalo y
mantuvieran controladas a sus esposas.
Enrique Santos Discepolo |
La corrupción del régimen de Hipólito Yrigoyen fue esgrimida
por los militares que lo derrocaron, como justificación de su desobediencia. Luego, las acusaciones no pudieron ser
probadas, pero mientras tanto el gobierno legítimo había sido derrotado y el
derrocado Presidente había muerto en 1933.
En el primer gobierno de Juan
Domingo Perón, su cuñado Juan Duarte fue sospechado de amasar una fortuna
traficando influencias y apareció extrañamente muerto poco después del fin de
su hermana.
Juan Duarte |
Niños Cantores |
En 1942, los sorteos de la Lotería Nacional fueron acusados
de fraudulentos. Los boy scouts a
quienes la tradición argentina denominaba Niños Cantores, eran los encargados
de leer los premios, y se complotaron para introducir una bolita de madera idéntica
en aspecto a las demás, pero de distinto peso, que les permitió ganar un premio
de $ 300.000. No eran los únicos beneficiarios del timo (había otros,
funcionarios públicos, incluyendo a jueces y ex ministros) por lo que cabía
sospechar la existencia de un arreglo mayor, a pesar de lo cual solo los
jóvenes fueron condenados a unos pocos años de prisión. La imagen de inocencia
de los boy scouts había quedado
manchada por un buen tiempo.
La coima es el aceite lustral
con que cuanto bicho inspector y subinspector que vagabundea por ahí, lubrica
sus articulaciones y engorda su estómago; la coima es la madre de muchos
bienestares, el alma de numerosas prosperidades, el ángel tutelar de los que
venden aserrín por harina, achicoria por café, pan quemado por chocolate,
mármol molido por azúcar; la coima es la diosa protectora de todos los tahúres
que pululan en nuestra tierra, de todos los comisarios que entran flacos y
salen gordos, de todos los magistrados que se taponan los oídos para no
escuchar los alaridos de la Justicia. (…) Donde se clave la visa, allí está,
invisible, segura, efectiva, certera. (Roberto Arlt: Su Majestad, la coima)